Desde entonces escribo.
Desde que mamá me distinguió con el honorable título de "escribidora de cartas".
martes, 27 de mayo de 2014
Ingratitud
Los días de lluvia me duele el ojo que no tengo; ese que me saqué como prueba irrefutable de mi amor por ti. Será que echa de menos las lágrimas que no pudo derramar cuando te fuiste.
MJ, el amor no necesita de tales prebendas para que sea sincero, o sí, no sé. Lo que sí puedo afirmar es que en tu microrrelato quedó muy poético y muy sentido.
Esa dulzura sadomasoquista se deja caer en la lagrima melodramática final de una manera sorpresiva.
ResponderEliminarSaludos
:-)
EliminarAbrazos, Nel.
MJ, el amor no necesita de tales prebendas para que sea sincero, o sí, no sé. Lo que sí puedo afirmar es que en tu microrrelato quedó muy poético y muy sentido.
ResponderEliminarUn abrazo, Artista.
Gracias, Nicolás por tus palabras.
EliminarUn abrazo.
No llores tú, mi niña, por ningún ingrato y sigue escribiendo así de bonito.
ResponderEliminarUn abrazo,
Gracias, Espe. Lo intentaré ;-)
EliminarBesotes.
Vaya con los miembros fantasmas y los sentimientos reales.
ResponderEliminarCuantas lágrimas, de mentira y de verdad.
Lágrimas al fin al cabo.
EliminarUn abrazo, Luisa.