La joven y bella Aracne posee unas manos primorosas para tejer y bordar. Sus tapices son los más hermosos de la Tierra. Pronto la prestigiosa fama de la muchacha atrae la curiosidad de un sinfín de admiradores que, involuntariamente, contribuyen a alimentar su desmesurado orgullo. Atenea, conocedora de las habilidades de Aracne quiere bajar a comprobarlo con sus propios ojos. Al ver aquellas maravillas, la diosa, corroída por la envidia, urde un plan: La transformará en una negra y peluda araña…
En un rincón del Olimpo, agazapada en su seda, Aracne espera paciente la llegada de una nueva presa.
Nota: Con este micro he participado en el concurso mensual Europa en 100 palabras EURO - PA- LABRA.
Lo acabo de leer allí y creo que solo estaba esperando que lo publicases. Confieso que personalmente el tema no me llama en absoluto, ni para escribir ni para leer; por eso he de decir que este micro sí que lo he leído, algo me atrajo en él y llevó hasta el final. Vamos, que sólo por eso, ya tiene un merito grande, muy grande, te lo aseguro.
ResponderEliminarMe has apresado en tu tela y eso que tu no eres araña
Esta Atenea es una envidiosa. Esperemos que un día baje de nuevo a visitar la araña y se convierta en su presa.
ResponderEliminarPues que se cuide la envidiosa Atenea. Ya iba siendo hora que alguien de una lección este grupo de dioses malcriados, ja ja.
ResponderEliminarUn gran micro, MJ
Besos
Me gusta la urdimbre de tu tela MJ, ya te lo he dicho allí. La envidia era entonces, es hoy, y será mañana una indeseable compañera.
ResponderEliminarAbrazos.
Para ser dioses, pocas virtudes les engalanan a los moradores del Olimpo.
ResponderEliminarMe gustan las arañas y me ha gustado tu acercamiento a ellas, MJ.
Un abrazo.
Ayyyy!!! Cómo me están poniendo por ahí arriba!!!
ResponderEliminarYo no tengo nada que ver, ¡lo juro!
El relato atrapa como la araña con sus hilos de seda.
Fantástico, MJ.
Besos !!!
Aracne teje el tapiz entre tus palabras, tu forma de entender la historia, tu mundo mágico que poco a poco lo borda.
ResponderEliminarBlogsaludos
MJ, la envidia que mala es. Pero por mucho que Atenea quiera ir en contra de Aracne, ésta siempre será bella para los ojos que la vieron.
ResponderEliminarSuerte para el concurso.
Un abrazo Artista.
Teje que te teje, Aracne. Teje que te teje, la araña. Teje que te teje, tú, con tus palabras. Precioso, Mj.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué mala es la envidia MJ, cuántos males no vienen por culpa de ella.
ResponderEliminarBuen relato, espero que sanamente, la envidia corroa a los jueces y no tengan más remedio que darte el premio.
Besitos.
Qué bien MJ, has sustituido a Minerva por Atenea, y me has hecho volver a recordar del por qué de la ofensa de Aracne en la prueba a la que le retó : Aracne tejió un tapiz casi perfecto con las infidelidades de los dioses y eso es lo que enervó a Minerva.
ResponderEliminarEntre Ovidio y tú ....ja,ja, voy a quedarme ¡con el tuyo!.
Besos mitológicos.
¡Vaya! No sé qué decir, Luisa. Supongo que de algún modo Aracne ha hecho de las suyas :-)
ResponderEliminarGracias por tus palabras, muy alentadoras para mí.
Un beso.
Creo que eso es lo que hace Aracne: ¡Esperarla!
ResponderEliminarUn beso, Aina.
La mitología griega nos habla de unos dioses sumamente imperfectos y malcriados. Bien se merecen un escarmiento ¿no, Patricia?
ResponderEliminarUn beso.
La envidia nunca trae nada bueno, mejor no tenerla como compañera.
ResponderEliminarGracias por tus comentarios, Paloma.
Un abrazo.
No, no eran un dechado de virtudes, mas bien lo contrario.
ResponderEliminarNo soy una araña pero me gusta que te hayas acercado hasta aquí atraído por el hilo de seda ;-)
Un abrazo, Pedro.
¡Jajaja! Noooooooo, no te preocupes, ya sabemos que tú no serías capaz de esas maldades, querida ATENEA.
ResponderEliminarEra la otra, la diosa mala Atenea :-)
Me alegra que te haya gustado.
Un besote.
¡Ay! ¡Qué cosas más bonitas me dices, Nel!
ResponderEliminarGracias, adivino Adivín :)
Un abrazote.
Mú mala, mú mala!
ResponderEliminarGracias, Nicolás. Suerte para ti también :-)
Un abrazo.
¿Seguimos tejiendo? ;-)
ResponderEliminarMuy amable, Miguelángel.
Un abrazo.
¡Jajaja! ¡Qué gracia tienes!
ResponderEliminarRecuerda que los jueces deben ser imparciales, siempre.
Un beso, Enmascarado.
¡Oh! Gracias, Laura.
ResponderEliminarTodo un honor competir con el mismísimo Ovidio y ganarle ;-)
Un beso, guapa.
Un relato bien tejido.
ResponderEliminarFantástico micro, MJ.
ResponderEliminarDifícil no quedar atrapados en esa red tan bien hilvanada.
Suerte. La mereces.
Un abrazo.
Bien tejido. Como tus tapices:-)
ResponderEliminarMe gusta como escribes.
:-)
ResponderEliminarGracias, Ximens.
Un abrazo.
Eres muy amable, Juglar.
ResponderEliminarMe encanta que mi seda te haya atrapado a ti también, pero no temas. Soy inofensiva :-)
Un beso.
A lo mejor algún día vuelvo a poner mis manos en el bastidor para seguir tejiendo :-)
ResponderEliminarGracias, Emma.
Un beso.
Hasta las diosas son envidiosas.. y es que ni el olimpo se libra de los pecados capitales...
ResponderEliminarLa arañita... hmm buscando su presa, esto suena a la cosa de...la venganza será terrible.
Me encantó tu micro..
Besitos mediterráneos.
Esta Aracne, teje y desteje la tela para atrapar...
ResponderEliminarNos encontramos en esta enriquecedora participación.
Recibe mis saludos.
Claro, Gala ¿no sabías que las arañas son muy vengativas? ;-) Pues eso.
ResponderEliminarMe encanta que te encante mi micro.
Besotes.
Aracne teje, sólo teje, no sabe destejer como Penélope :-)
ResponderEliminarEncantada de tenerte como compañera en esta bella propuesta, Anna.
Un abrazo.