Junto a él una lámina dibujada a lápiz le acompaña en el encierro forzoso al que su autor los ha condenado.
Ambos saben de sobra que sólo un milagro los sacará de allí, por eso se encomiendan a las Musas con devoción y esperanza.
Un día el cajón se abrió y unas delicadas manos vinieron al rescate...
El texto, remodelado y completo, se vistió de gala.
La lámina de trazos torpes y grises se transformó en arco iris.
Erato los unió. Y de esa unión nació la música.
¡Bravo por Erato! y viva la música ,que también es poesia.
ResponderEliminarBesos, MJ.
Una buena manera de nacer...Y de tus manos hermosos textos...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Que buena combinación de textos, musas y nuevas manos que saben unirlos. Me ha gustado mucho y su originalidad tb, MJ.
ResponderEliminarUn abrazo.
Con paciencia, siempre se encuentra la hermosura a todo.
ResponderEliminarBlogsaludos
¡Bravo por la música! Y por los textos e ilustraciones que logran ver la luz.
ResponderEliminarUn abrazo, ATENEA.
Tengo la mala costumbre de no dejar reposar mis textos antes de publicarlos. Es entonces cuando me doy cuenta de las imperfecciones inherentes a la espontaneidad.
ResponderEliminarUn abrazo, Rosa.
Gracias, Nico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estoy de acuerdo, Adivín :-)
ResponderEliminarUn beso.
Manos delicadas como las tuyas cuando crearon esta historia. Qué seríamos sin música?
ResponderEliminarLa música es belleza, paciencia y unas buenas manos que la sepan acariciar...
ResponderEliminarNo podrías haberlo dicho mejor MJ.
Besitos mil.
Paciencia y talento se han unido aquí.
ResponderEliminarBesitos
No me imagino un mundo sin música.
ResponderEliminarGracias, Montse.
Un beso, guapa.
Hay que mimarla para que fluya libre y bella.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado, Gala.
Un besote.
¡Oh! Muy amable, Elysa.
ResponderEliminarUn beso.
Ojalá siempre haya textos que yacen (mueren) en un cajón y luego sean capaces de salir renovados a la vida con un bonito relato.
ResponderEliminarBesos desde 'Poemas del volcán'
Awwww, qué bonito texto, una forma poética de describir lo que un texto ha de sentir al pensarse olvidado, al final ha sido gratamente rescatado, quizá sólo estaba esperando a que fuera su tiempo :)
ResponderEliminarOjalá, Luis. Que las musas te oigan ;-)
ResponderEliminarBesos musicales.
Esperaba pacientemente su turno y al final obtuvo su recompensa.
ResponderEliminarGracias, Gabriel.
Un abrazo.
Qué romántica estamos hoy...
ResponderEliminarBien, ha dado un bello resultado.
Besos
¡Jeje! Sí, hoy tocaba un poco de romanticismo.
ResponderEliminarUn beso, Patricia.
Un relato fabuloso. los textos inacabados no siempre encuentran su remate. Saludos cordiales
ResponderEliminarCierto, José Luis. Hay muchos textos que permanecen inacabados en el cajón por los siglos de los siglos.
ResponderEliminarUn abrazo.