Dejó profundas huellas en mi camino… Fue ella la que me enseñó a amar las palabras. –“Son mágicas” –decía- mientras sus ojos escrutaban los míos buscando aquella complicidad que tanto deseaba. Al fin, camuflada entre las letras de mi trabajo sobre el Quijote, la encontró. Aún puedo sentir el angustioso vértigo que me acompañó durante la lectura del texto en el salón de actos del Instituto ante un aforo repleto de adolescentes. Y recuerdo también los aplausos como una suave brisa meciendo mi nube. Esa nube en la que sigo, desde entonces, contemplando fascinada la magia que atesora cada palabra.
Un buen comienzo, el descubrimiento de esa magia a mí me cambió la vida :)
ResponderEliminarMJ, yo encontré la magia en Salgari y en Verne mis primeros recuerdos de lecturas.
ResponderEliminarSaludos desde el aire
Rosa
Tal vez ahora seas tú Doña Casilda... no? jaja
ResponderEliminarAbrazos micropalindronómica!
Son difíciles de olvidar las primeras lecturas. Yo recuerdo cuando por fin logré leer mi primera frase. Y desde entonces, no paré...
ResponderEliminarUn abrazo de palabras mágicas.
Felicidades a doña Casilda por haber descubierto y fomentado el talento que llevas dentro. Y a ti por dejarte seducir por la magia de las palabras.
ResponderEliminarHermoso microrrelato.
Besos
Es el micro mas dulce que he leído en toda la mañana: aunque ya lo conocía, te agradezco este remanso.
ResponderEliminarBesos!
Las primeras lecturas... ¡ay! Nunca se olvidan.
ResponderEliminarMe encantó.
Un abrazo y a seguir escribiendoli
Supongo que para bien ¿no?
ResponderEliminarUn beso, Ainhoa.
MJ la magia te ha rociado de su perfume, seguro. Me gusta tu forma de narrar.
ResponderEliminarbesos
Estupendo, Rosa. Lo importante es descubrir la magia de la literatura para disfrutar leyendo y/o escribiendo.
ResponderEliminarUn beso.
Sucede:
ResponderEliminarPuede que tengas razón, no lo había pensado ¡jaja!
Un abrazote.
Sara:
ResponderEliminarYo también recuerdo el momento en que aprendí a reconocer cada una de las letras del alfabeto :-)
Un beso.
ATENEA:
ResponderEliminarSiempre me dedicas unas palabras hermosas. Hoy has conseguido emocionarme. Gracias.
Un abrazo.
Gracias a ti, Patricia.
ResponderEliminarEres una persona muy generosa.
Un beso grande.
Cierto, Albajara.
ResponderEliminarGracias. Seguiré intentándolo :-)
Un abrazo.
Hermoso micro. Y te doy las gracias por él, mi doña Casilda fue mi padre y hoy me has devuelto su recuerdo.
ResponderEliminarBesos
¡Hey, Paloma!
ResponderEliminar¡Qué palabras tan hermosas!
Te lo agradezco infinito.
Un abrazo.
¡Vaya, Elysa!
ResponderEliminar¡Cuánto me alegro de haberte evocado bonitos recuerdos!
Gracias, bonita.
Un beso.
"Y esta la EME".
ResponderEliminarAhí empezasrte.... y ya no has parado.
Muy bonito.
Un beso, Doña Sapiencia.
¡Jajaja! Es que la 'eme' es una de mis iniciales, por eso es la primera que aprendí.
ResponderEliminarGracias, Emma.
Otro beso para ti.
Que bonito cuando alguien te hace sentir que eres mágica, que puedes transmitir con palabras, imaginación y voz lo que tu corazón siente y lo que tu mente intepreta.
ResponderEliminarQue bonito cuando se descubre el placer del arte literario...y que bonito cuando lo compartes.
Un beso grandote MJ.
El hecho de compartir nos engrandece.
ResponderEliminarGracias, Galatea.
Un abrazo.
MJ, me he perdido un poquito en la frase del medio "Al fin, camuflada (yo)..., la encontró (¿ella?)".
ResponderEliminarPero se entiende perfectamente todo. Y me has hecho recordar algo de cuando tenía 17, con un profesor de literatura muy bueno pero muy cabrón. Un día me felicitó en clase leyendo la redacción que nos encargó, y aquella calificación de "muy bueno" me puso la carne de gallina y me marcó. La pena es que no seguí, y lo he retomado de 'madurito'... La vida es así.
Un abrazote.
Al fin, camuflada (la complicidad)..., la encontró (ella).
ResponderEliminarVeo que tu experiencia fue similar a la mía :-)
Gracias por tu comentario, Luis.
Un abrazo.
Hay profesoras y profesores que saben de verdad enseñar, son los que aman lo que hacen. He tenido poc@s maestr@s así, pero son los que se quedan grabados con mucha afecto en mi memoria.
ResponderEliminarUn abrazo profesora :)
Efectivamente, a eso me refiero con la complicidad entre profesor/a y alumno/a.
ResponderEliminarEs importante saber transmitir no sólo conocimientos, sino también pasión por una determinada materia.
Otro abrazo, Ximo :-)