miércoles, 31 de agosto de 2011

Poema MARINero

IR UN día a la playa

no se lo pide, NO RUEGA...

Viajará donde LA HAYA

así verá la MAR BELLA.

La luna ROTA que rota,

olas de amor la MAR SELLA.

domingo, 28 de agosto de 2011

viernes, 26 de agosto de 2011

Amantes

En cada PORO de piel

PARO mis labios ardientes;

somos PURO escalofrío...

PERO seamos conscientes

si tienes que darte el PIRO

no quiero que te lamentes.

martes, 23 de agosto de 2011

Del 1 al 13... Código descifrado





Br(uno) (dos)ifica la ven(tres)ca y arrima al as(cuatro)zos de calaba(cinco)n aros de cebolla. ¡Cuidado no os abra(seis)! Ca(siete)reo salió el bizc(ocho) pero insi(nueve)nderlo a pesar de estar (diez)mado. Al día siguiente quedé c(once)lia y el tími(doce)sar para preparar otra comilona en(trece)rezos.

domingo, 21 de agosto de 2011

viernes, 19 de agosto de 2011

martes, 16 de agosto de 2011

Sin retorno


El sabor mentolado del caramelo que chupetea con deleite refresca su boca pero no sus recuerdos.
El anciano viaja en un tren destartalado. A través de la ventanilla, niebla y oscuridad parecen invadirlo todo. En su mente, enormes telarañas ocultan obstinadas cualquier vestigio de memoria.
Próxima estación... EL OLVIDO.

jueves, 11 de agosto de 2011

Sueños

Sueño los besos que te di 
y los que aún no te he dado...
Ahora mi vida es sueño.

Esta  preciosa pintura lleva por título "El beso azul" y su autora es María Amaral.

viernes, 5 de agosto de 2011

Ronda nocturna

                                                                                                                                                               
                                                                               
Faltaban sólo dos días para el examen de selectividad y yo me encontraba en esa hora indeterminada de la noche en la que no sabes si duermes o velas, tratando de asimilar toda la sabiduría de los grandes filósofos. Por aquel entonces odiaba profundamente la Filosofía así que aparté la vista de los apuntes para contemplar, a través de la ventana, la negra noche repleta de estrellas que invitaba a soñar. En ésas estaba cuando noté que unos ojos me miraban fijamente desde el otro lado de la ventana. En un primer momento creí que se trataba del reflejo de los míos en el cristal, pero eso era imposible… ¡La ventana estaba abierta!
¡Bah! –pensé- serán imaginaciones mías. Cerré los ojos convencida de que al volver a abrirlos esa mirada se habría esfumado, pero me equivoqué. Allí seguía, sin inmutarse.
Debo confesar que sentí cierto desasosiego ante aquella inexplicable visión. Incluso llegué a pensar que un espíritu atormentado había decidido hacerme la puñeta.
A punto estaba de reconocer que se me había ido la olla, cuando aquel ‘jodío’ gato, harto ya de mirarme, se dispuso a seguir su ronda y de un salto desapareció.