jueves, 23 de junio de 2011

Corazón de hielo


Quemó sus viejos poemas de amor convencida de que tanta pasión concentrada en unos versos serviría para caldear aquel gélido corazón.

33 comentarios:

  1. Uf... la pasión no sirve de nada ante un corazón congelado...como mucho como una levisima caricia que a poco nos hiela la mano...

    Por qué será que derrochamos calor escrito al corazón mas helado?
    Tal vez, no nos damos cuenta que prefiere seguir hibernando...

    Brillante MJ... brillante.

    un besazo.

    ResponderEliminar
  2. Jolin Gala, me pisas los comentarios!!!
    Mj. Gala ha dicho muy requetebien lo mismito que estoy yo pensando.

    Una entrada buenisima.

    Besos desde el aire.

    ResponderEliminar
  3. Cierto, Gala. A este corazón no hay verso que lo derrita.
    Gracias, amiga :-)

    Besotes.

    ResponderEliminar
  4. Bueno, haya paz!! ;-)
    Me alegro de que te guste, Rosa.
    Y mil gracias por tu generosidad.

    Y un besazo.

    ResponderEliminar
  5. Ay! No estoy segura de que sea una buena decisión. No creo que ese corazón mereciera tal sacrificio.

    Bellas palabras amiga.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  6. Si es por una buena causa... El problema sería quemarlos y que no se derrita ni un cachito ! Me encantó!Saludos van!!

    ResponderEliminar
  7. No sé si merece la pena si ese corazón es de hielo, no sé...

    Besos

    ResponderEliminar
  8. No me gustan nada los corazones de hielo. Yo no arriesgaría mis poemas de amor por un corazón así, podrían quedar congelados también.
    Besos cálidos!!!

    ResponderEliminar
  9. Ardua tarea para tan escalofriante fin, mejor quemar tristezas con olorosas soledades, el frío es más seco.

    Blogsaludos

    ResponderEliminar
  10. Digamos que fue su último intento por ablandarlo.
    Gracias, Patricia.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  11. Cabe esa posibilidad, Sandra.
    Gracias por venir. Un placer recibirte.

    Besos.

    ResponderEliminar
  12. Pero ella estaba convencida de poder conseguirlo, Elysa.

    Besos.

    ResponderEliminar
  13. A mí tampoco, ATENEA.

    Besotes.

    ResponderEliminar
  14. Buena idea, Adivín. Mejor quemar las trsitezas :-)

    Besos.

    ResponderEliminar
  15. MJ ¿Lo consiguió? Espero que sí, a la pasión pocos corazones se resisten.

    Un gran micro, un beso.

    ResponderEliminar
  16. MJ, cada vez mejor, qué más decir?
    Que me ha encantado esa hoguera para calentar las pasiones.
    Abrazo!!

    ResponderEliminar
  17. Si se ha congelado ya no hay nada que hacer..Pero por intentarlo no se pierde nada, era su último acto de amor. GENIAL MJ.
    Un bessito

    ResponderEliminar
  18. ¡Mmmmmm! Me temo que no, Albajara.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  19. ¡Cuánto me alegra que te guste!
    Gracias, Sucede.

    Un abrazote.

    ResponderEliminar
  20. Exacto, MEN. Hay que intentarlo todo.

    Gracias y besos.

    ResponderEliminar
  21. Alto precio el que pagaron sus letras, espero al menso que sirviera para algo.

    Me gustó mucho MJ.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  22. Quiero creer que sí :-)
    Gracias Ángeles.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  23. Jo, qué despistada soy, hasta ahora no he conocido este otro blog tuyo... ¡y me ha encantado! Eres muy buena escribiendo, te felicito.

    Un abrazo, pasa un buen fin de semana.

    ResponderEliminar
  24. Bienvenida también a este blog, Gloria.
    Me alegro de que te guste :-)

    Un beso, guapa.

    ResponderEliminar
  25. No habrá quien le dé calor a ese corazón, tal vez si prueba a escribir lo suyos propios ahora, en su presente...


    Me encantó María José, pocas palabras que están llenas de mucho.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  26. Demasiado congelado para reaccionar.
    Gracias, Ximo :-)

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  27. Muy, muy original este micro.
    Esos poemas podían incluso arder de forma espontanea.
    Besos, Mariajo.

    ResponderEliminar
  28. ¡Jeje! Sí debían de ser explosivos :-)
    Gracias, Tor.

    Besos.

    ResponderEliminar
  29. En muy pocas ocasiones se derrite un corazón de hielo. Está siempre dentro de su cámara frigorífica y solo se descongela cuando muere su cuerpo.Haces bien en quemar poemas de pasión fria que no van con los trópicos de tu corazón.

    ResponderEliminar
  30. Gracias por tu comentario, Eva.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  31. Un corazón de hielo ciertamente no nació congelado, tomando las palabras "de polvo eres y en polvo te convertirás", solo un valiente le haría frente a un corazón así tan congelado para descubrir lo que las frías capas de hielo quieren ocultar... nunca un diamante nació sin estar cubierto de cruda piedra...hay razones como malos sabores que le quitan el calor latente a corazones de los sirvientes de la pasión.

    ResponderEliminar