El pasado 18 de febrero de 2012 asistí a la Megaquedada de Microrrelatistas que tuvo lugar en Madrid. Sobre las 13 horas llegué al Bar Sidi donde ya había un buen número de ellos. Tras las presentaciones de rigor vinieron las animadas charlas con unos y otros que, cerveza en mano, íbamos recibiendo a los más rezagados. A las 14 horas nos dirigimos todos a la Casa de León donde estaba preparado el ágape. Y comimos y bebimos; hablamos y reímos. Hasta que llegó el momento de la lectura de micros con los nervios a flor de piel y el miedo escénico haciendo de las suyas. Pero todo salió perfecto. Al final se efectuó el sorteo de micros tuneados y a mí me tocó el de Elena Casero, gran microrrelatista y virtuosa del oboe. ¡Jeje! a pesar del 'susto' que tenía (como ella misma confesó) fue capaz de cantar 'a capella' la letra de su micro, adaptada a la partitura de la Sonata Opus 166 de Saint-Saëns. Aquí lo tenéis:
Como no se lee bien, escribo el texto a continuación:
Ya estás aquí, y le abrazó, y sonrió. Estoy haciéndome un té ¿quieres tú?
No, ahora no, ahora no. Hemos de hablar. Ella volvió a sonreír feliz y le besó.
Hoy pareces otro, estás muy raro, ¿estás bien? Sí, ¿por qué lo dices? Me voy, no quiero
verte más, nunca, nunca, nunca, nunca más. Me voy. Sentémonos y toma un té, un té en paz.
Qué raro sabe este té. Pues yo le encuentro muy bien. Tiene gustacho a jabón, jabón.
Pues es oriental. Qué raro sabe este té. Me estoy sintiendo muy mal. Yo me pondría un poco a rezar.
La vas a diñar. Jajajaja. Prepárate a morir.
Jajaja. Ahora gozaré de libertad. Se acabó el mal humor. Y los días sin sol.
Voy a volver a soñar. Sin tu rostro gruñón. Volveré a ser feliz.
Por fin me libero de ti.
Un auténtico placer haber tenido la oportunidad de conocer a tantos y tan magníficos escritores de lo breve.
Y por supuesto, dispuesta a repetir la experiencia.