miércoles, 11 de enero de 2012

Greguería

Las paredes son cotillas con orejas prestadas.

32 comentarios:

  1. Ya lo creo! Temibles orejas...

    Un fuerte abrazo, MJ

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  2. Y cuando no quiere oir pero el ruido de otras paredes es inevitable?? jajaja, tener que soportar a los vecinos ruidosos no es cotilleo verdad???

    Nunca me gustaron los cotillas...

    Besitos mediterráneos.

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  3. Esta muy bien el blog, no lo conocía hasta ahora, me pasaré más a menudo a leerlo. Aprovecho para felicitarte el 2012, un saludo!!

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  4. Claro, con tantas orejas, aunque sean prestadas, no me extraña que lo oigan todo.
    Genial!!!
    Me encantan las greguerías!!!
    Un abrazo, MJ.

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  5. Cotillas a medias. Oyen pero no hablan.
    Besos, Mariajo.

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  6. Las paredes de mi casa anterior tenían prestados papeles de celofán donde retumbaban los gritos, los suspiros e incluso el propio silencio. Eran tan finas que podíamos oír cuando las hojas entraban por la ventana del vecino. No necesitábamos poner la oreja, a lo sumo : ¡¡taparnosla!!

    ¡Vivan tus greguerías!!.

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  7. Las orejas son prestadas y las paredes de papel...Menos mal que mi casa es vieja y no oigo nada...jeje.

    Besos desde el aire

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  8. Las orejas o los vasos se pegan a las paredes, pero no son cotillas, solo un poco chismisas, interesadas en la vida ajena, irresistibles cuando intentas que algo no se sepa,... Son orejas.

    Blogsaludos

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  9. MJ, no te falta razón en este nanorelato. Si las paredes hablaran... cuantos secretos desvelarían.
    Muy bueno. Yo de ti lo presentaría a un concurso que hay de hiperbreves.

    Un abrazo Artista.

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  10. Y en las construcciones actuales más, las orejas hasta se ven, jejeje

    Un abrazo!

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  11. La inmensa mayoría de los que aquí firmamos no somos cotillas, como esas paredes pérfidas; tan solo usamos nuestra mirada de escritores. ;o)

    Un abrazo, MJ.

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  12. Las paredes todo lo oyen... Me encantan tus greguerías!
    Besos.

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  13. Sensibles a cualquier cuchicheo :-)

    Un abrazo, Patricia.

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  14. No, a mí tampoco, Gala.

    Un besote.

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  15. Gracias, David. Cuando quieras.

    Saludos.

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  16. No se pierden nada ¡jeje!

    Un beso, ATENEA.

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  17. Pues sólo faltaba que hablaran ¡uf!

    Un beso, Tor.

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  18. En ese caso, las paredes no es que oigan, es que se adueñan de la casa.

    Un besazo, Laura.

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  19. ¿Qué? ¿estás sorda, Rosa? ¡jaja!
    Es broma. Te he entendido. Mejor para ti no tener que escuchar vecinos ruidosos.

    Un besote.

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  20. Exacto, Nel. Son orejas.

    Un abrazo.

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  21. Mejor que sigan calladitas, ¿no?
    Gracias, Nicolás.

    Un abrazo.

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  22. ¡Jeje! Sí, son como papel de fumar.

    Un abrazo, Juanlu.

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  23. No me cabe duda de ello, Pedro :-)

    Un abrazo.

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  24. ¡Ay! Gracias, Sara.
    Encantada de que las disfrutes.

    Un abrazo.

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  25. Me ha encantado. EStoy impresionada. Menudo nanorrelato, es casi poético. Enhorabuena, eres un genio de las palabras. Un beso.

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  26. Mil gracias, Mar. Siento especial predilección por lo breve, por eso, cuando descubrí el mundo del micro/nanorrelato no pude resistirme a sus encantos.
    A mí también me encanta cómo escribes.

    Un abrazo desde el olivar Jaenero.

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  27. Me encanta lo breve y bueno que escribes. Me encantan las imágenes.
    Me quedo por aquí.
    Un abrazo.

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  28. Gracias, Pilar. Acomódate :-)

    Un beso.

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  29. Jajaj, qué razón tienes, MJ. Y a mí me gusta prestárselas, la verdad, jajajaja. Un abrazo.

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  30. Tienes alma de cotilla ¿eh? ;-)

    Un abrazo, Miguelángel.

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  31. ¿Tu crees MJ? la obra con que ilustras la reflexión es muy padre. Meditaré las palabras :)

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  32. Así lo creo, Gabriel :-)

    Un abrazo.

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